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Post-Parto, la realidad después del embarazo.

Post-parto, la realidad después del embarazo.

Durante nueve meses de estar en la más dulce espera el cambio más visible en mi cuerpo fue el crecimiento de mi barriguita y quizás los cambios de humor al estar completamente sensible y con los sentimientos a flor de piel. Todo el mundo me hablaba de lo bonito que es estar embarazada, de lo lindo que es sentir las pataditas de tu bebé, de lo bonita que se ve la barriguita de una mujer embarazada o de lo afortunada que eres al poder comer y complacer los típicos antojos; ¿pero quién te dice lo que vivirás en el post-parto? en mi caso, nadie!

Uno de las cambios más grandes cambios que experimentó mi cuerpo sin duda fue en el post-parto, pues los cambios físicos y emocionales son sumamente intensos y abrumadores. Como mamá primeriza conté con el apoyo incondicional de mi mamá, hermana y esposo que estuvieron siempre al pie del cañón para enseñarme y aprender en el camino la etapa del post-parto.

Sin embargo pase de la dulce espera a un estado de agotamiento extremo e incertidumbre en un abrir y cerrar de ojos; desde el primer momento tuve a mi bebe piel con piel sobre mi pecho por los múltiples beneficios para el bebé, como la regulación de su frecuencia respiratoria, cardiaca y de temperatura corporal, disminución del estrés y la ansiedad que provoca el nacimiento y también para propiciar el inicio de la lactancia materna.

Según los expertos sentir el calor y olor de su madre ayudará al bebé a buscar instintivamente el pezón, estableciéndose la lactancia materna de forma precoz y pudiéndose alimentar del calostro, la primera sustancia segregada por los pechos con incontables ventajas para él.

Así es que de esa manera lo hicimos, tuve a mi bebe piel con piel, y después de dos horas de recuperación puede estar en los cuneros para poder alimentar por primera vez a mi bebé. Debo confesar que las lecturas, ejercicios e información previa de la lactancia materna tan solo te dan una idea de lo que realmente es y como sucede. Para mi fue totalmente instintivo, cuando tuve a mi bebé frente a mi pecho, de manera inmediata la acerqué para comenzar a alimentarla y fue como si ella hubiese tomado aquellos cursos de lactancia materna pues de inmediato comenzó a succionar y aunque en un inicio aún no me baja la leche sin duda fue ella quien comenzó a estimularme para poder producir leche.

Algunos días después de dejar el hospital y estar finalmente en casa sin el apoyo de doctores y enfermeras, me encontré con mi primer tropiezo en la lactancia … la obstrucción de conductos, que fue totalmente doloroso, así como las heridas y el dolor de amamantar a mi bebé cada vez que ella lo pedía. El extractor de leche fue mi gran liado y compañero durante los primeros meses pues fui una de las afortunadas mujeres que tuve una gran producción de leche, lo cual me permitió tener una lactancia materna exclusiva hasta los 15 meses que mi bebé decidió dejarla.

Otro de los cambios y quizás el más difícil para mí, fue el cambio de rutina, horarios y la falta de sueño. Yo siempre he sido una persona muy dormilona, de verdad disfruto dormir; imaginen el cambio tan drástico de pasar de dormir plácidamente 6-8 horas durante la noche a dormir escasas dos horas cada tres horas por la noche … para mi fue un cambio bastante complicado y que me llevo tiempo acostumbrarme a este “nuevo estilo de vida”, viví en estado zombie al menos los cuatro primeros meses de vida de mi bebé; sin embargo el cuerpo es sabio y ahora puedo decir que a todo te acostumbras porque aunque fueron meses de mucho cansancio, aprendí a descansar de otra manera, es decir durmiendo mientras ella lo hacia para poder recobrar fuerzas. Si me pidieran un consejo al respecto yo les diría: “duerme mientras tu bebé lo hace”, deja los quehaceres de la casa para después, aprovecha si alguien se ofrece a llevarte comida o a cuidar de tus otros hijos, recuerda que si tu estas bien tú familia también lo estará.

y finalmente otro de los más grandes cambios del post-parto fue el cambio de mi cuerpo, sin duda alguna es un milagro el crear una vida dentro de ti, tu cuerpo se encarga durante 9 meses de propiciar un estado y ambiente óptimo dentro de ti para que tu bebé se desarrolle y llegue a termino sin complicaciones … sin embargo para mi el cambio en mi cuerpo fue impactante pues sentía que mi cuerpo no era el mismo incluso cuando llegue a mi peso anterior pues seguía sintiendo que era muy distinto y claro que lo era, si cree una vida dentro mi, mi piel se estiró, mi vientre era visiblemente grande tanto que yo misma decía que parecía de 6 meses de embarazo aun después del parto, mis pechos eran grandes, mi cabello se caía en mechones, mi piel se veía sin vida y en general toda yo era “diferente”. Sin embargo los cuidados de alimentación, de descanso y en general de cuidado integral de mi cuerpo me permitieron poco a poco regresar casi por completo a como era antes. Debo decir que la lactancia materna además de los grandes beneficios para el bebé también conlleva enromes beneficios para la madre, pues durante este proceso el cuerpo de la mujer produce oxitocina encargada de la eyección de leche así como la reducción de la ansiedad de la madre bajando la presión sanguínea y fomentando tranquilidad.

Aunque en ese momento mi prioridad no era mi cuerpo, si sentía cierta incertidumbre por saber si realmente mi cuerpo seria el mismo. Ahora les puedo compartir que las fajas post-parto, el famoso menjurje de la abuela (hierbas y alcanfor), la alimentación balanceada, tomar mucha agua, dormir cuando mi bebé lo hacia y en general los cuidados durante la cuarentena fueron fundamentales para que mi recuperación tanto física como emocional se restablecieran.

Y tú ¿Como viviste el post-parto?
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